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CID-MED |
Debate
PFN-8
Consideraciones de
Ifarma
http://www.periodicoelpulso.com/html/jun03/debate/debate-08.htm
Si bien la Fundación Instituto para la Investigación del Medicamento en los Sistemas de Salud, Ifarma, aún no posee las conclusiones definitivas de sus comentarios y propuestas sobre la nueva Política Farmacéutica Nacional (PFN), a mediados del pasado mes de mayo contaba con un documento bastante adelantado, que se constituye en una contribución para el constante crecimiento y evolución de la Política Farmacútica Nacional (PFN), que de por sí, asegura su presidente, Luis Guillermo Restrepo, no se agota con la promulgación oficial del documento. De allí que presentemos a nuestros lectores parte de esos comentarios y propuestas sobre algunas de las temáticas contenidas en el documento propuesta de Política Farmacéutica Nacional, como el propósito, el acceso, los genéricos, la financiación, los sistemas de suministros y la propiedad intelectual y los acuerdos comerciales.
Sobre
el propósito
Frente al propósito de la PFN,
Ifarma considera que éste “parece restringirse al
aseguramiento de la calidad y la utilización correcta de los
medicamentos a los medicamentos esenciales”. Para la Fundación,
la aplicación del concepto de esencialidad hace parte de las
estrategias para el uso adecuado de los medicamentos. Al respecto
comenta: “El uso correcto de los medicamentos debe tener un
referente claro, porque si se deja abierto puede interpretarse de
diversas maneras según los intereses de los actores en juego.
Pensamos que todos estos intereses tienen que confluir en las
necesidades de la persona, para que el sistema pueda funcionar como
tal”.
Sobre
el acceso
Si bien la PNF plantea dotar al Comité
Técnico de Medicamentos y Evaluación de Tecnología,
de los instrumentos de apoyo necesarios para asegurar un listado de
medicamentos esenciales para el Plan Obligatorio de Salud (POS)
ajustado a las necesidades del país, Ifarma considera que para
definir los criterios de evaluación, es necesario que se de un
proceso de concertación social que determine lo técnico,
y que una vez se adelante la evaluación de las tecnologías,
incluyendo los medicamentos, se hace necesario un proceso de veeduría
ciudadana, porque a juicio de Ifarma, “son los intereses
individuales y colectivos de los ciudadanos los que deben ser tenidos
en cuenta de manera prioritaria en el proceso”.
Ahora,
frente al tema de los precios de los medicamentos, que dicho sea de
paso, es considerado esencial para asegurar el acceso de la población
a éstos, Ifarma considera que se debe focalizar el control de
precios en los productos farmacéuticos más susceptibles
de abuso, a través del fortalecimiento de la participación
del Ministerio de la Protección Social en la Comisión
de Precios de Medicamentos, la identificación de los
instrumentos para hacer más eficaz su papel y el mejoramiento
del seguimiento de los precios al productor, los márgenes de
distribución y los precios al consumidor.
Los
genéricos
Sobre el tema de los genéricos, Ifarma
propone fortalecer una política de competencia a través
de productos multifuente, mediante la expedición y aplicación
de normas aceptables tanto científica y técnicamente
como de costo efectividad, que le garanticen a la población la
calidad de los medicamentos.
Sobre
la financiación
Ante los evidentes problemas en la
financiación del Sistema General de Seguridad Social en Salud,
Ifarma plantea definir mecanismos para el seguimiento de la
financiación de los productos medicinales y ajustar
periódicamente las metas de la PFN a las metas de cobertura y
crecimiento del sector salud.
Frente al tema del cumplimiento de
los compromisos contractuales, la Fundación considera que pese
a las fallas en el sistema de vigilancia y control y en el control
social, el punto más trascendental reside en la capacidad del
Estado para corregir los problemas coyunturales y estructurales
relacionados con el cumplimiento de esos compromisos. Para el caso
sostiene que se requiere de una normatividad sancionatoria para
quienes incumplan con sus obligaciones.
Y frente a los productos
medicinales y procedimientos que no se encuentran incluidos en el
POS, Ifarma plantea la necesidad de estructurar el sistema de
selección y suministro de productos e intervenciones no
contemplados en el POS, a partir del fortalecimiento y armonización
del funcionamiento de los servicios farmacéuticos
hospitalarios y ambulatorios.
Sobre
sistemas de suministros
Respecto de los sistemas de
suministros, Ifarma considera conveniente fomentar la investigación
y desarrollo de productos de biotecnología, productos
naturales y medicamentos huérfanos, como una de la
alternativas.
Sobre
la propiedad intelectual y acuerdos comerciales
Dos
propuestas fundamentales hace Ifarma frente a este tema en
particular: la primera plantea fortalecer la presencia, capacidad de
negociación y conectividad del Ministerio de la Protección
Social con otros organismos y entes estatales, así como la
necesidad de propiciar la participación y la veeduría
ciudadana en los diferentes procesos de negociación de
acuerdos comerciales. Y la segunda, propone establecer un monitoreo
constante sobre el impacto que generan los mecanismos de protección
de la propiedad intelectual sobre el acceso a los productos
farmacéuticos, especialmente en lo que hace referencia a los
precios, la competencia y la transferencia de tecnología.
Política Farmacéutica Nacional, ¿propuesta novedosa?
Para
Alfredo Jácome-Roca, MD, Miembro de Número de la
Academia Nacional de Medicina, en la nueva política
farmacéutica nacional no hay ni buenos ni malos, en tanto que
son varios los factores que se interrelacionan entre sí y de
manera compleja, los que deben ponerse a consideración.
El
medicamento en sí mismo tiene un fin social por cuanto el
destinatario final es el paciente, -señala Jácome-, y
no se puede perder de vista que desde los orígenes, los
medicamentos dieron poder, estatus y dinero a quienes los preparaban,
promovían y administraban. Lo mismo sucede hoy día, de
manera más sofisticada.
Es así como, continúa
Jácome, el medicamento es visto como una mercancía
(“Commodity”), que se puede comerciar y del que se deben
sacar utilidades, siempre y cuando se garantice la calidad, se siga
la ley, se paguen los impuestos y no se viole la ética.
Para
el académico, gracias a este sistema la humanidad tuvo la
posibilidad de intervenciones eficaces y científicamente
diseñadas. Frente a los costos, plantea que todos los
medicamentos que surgieron en el siglo XX fueron costosos en su
comienzo. A su juicio, lo que logra el abaratamiento de las drogas es
la economía de escala complementado con una estrategia de
promoción y ventas. Actualmente, señala, el costo final
de los fármacos depende del costo de la materia prima y del
precio de transferencia (Transfer Price), que dicho sea de paso, es
fijado “en algún rascacielos de Nueva York o de Londres
(ya París y Berlín no cuentan tanto para el efecto)”
y sin consideración alguna con los países en vía
de desarrollo.
Ante este hecho, cuenta Jácome, surgieron
los productores de Brasil y Taiwán -a su juicio visionarios
como pocos-, quienes lograron copiar y producir toda clase de
materias primas a un precio “extraordinariamente menor”.
Al fin y al cabo, afirma, ellos no se tienen que preocupar por
inversiones previas en investigación, lo que representa un
gran negocio a los inversionistas locales y algunas
multinacionales.
Tras estas consideraciones, Jácome se
declara no partidario de controlar los precios, que de usarse,
sostiene, éste debe ser “eminentemente transitorio”.
A su juicio, el mercado debe eliminar a los que no son competitivos y
los competitivos son los genéricos. Frente a este aspecto en
particular, Jácome sostiene que “el peligro que
enfrentan las multinacionales no está necesariamente en la
discusión sobre genéricos y medicamentos patentados
sino muchas veces en los grandes estudios (que dicen que mejor use el
diurético barato que la sofisticada molécula de cuarta
generación)”.
Ahora bien, frente al mercado de las
“Commodities”, en el que se involucran nacionales y
multinacionales, EPS (aseguradoras) e IPS y hasta los médicos
y droguistas, el experto considera sano otorgar protección de
patente durante algunos años, en tanto que al Estado le toca
velar por la salud de los asociados y a la vez pensar en las
economías.
Frente a las enfermedades catastróficas,
uno de los quebraderos de cabeza y de bolsillo de las EPS, Jácome
plantea que deben tratarse de manera especial, como por ejemplo,
buscando subsidios. Sin embargo, no es muy optimista y concluye:
“Como van las cosas, esto va a ser un problema de los que se
empeñan en hacer gimnasia financiera. Si se trata de un sida,
pues a comprar el más asequible al programa de salud pública.
Y si queremos ser proféticos (¿y pesimistas?), las
afiliadas de las multinacionales farmacéuticas (que ya
empezaron a irse cuando cerraron sus plantas locales de manufactura),
terminarán yéndose del todo y dejando sus productos
estrella para que los vendan representantes locales. Porque parece
que como vamos, ¡el futuro es de los genéricos!”